La suya tenía un desperfecto, sin embargo no desperfectaba los numerosos recuerdos que le evocaba.
La de él estaba nueva, lo que no significaba que no conociera cada detalle de su interlocutora.
Las de ellos no estaban terminadas, pese a que habían hecho ya cientos.
La mía el mismo día se rompió.
Ella la vuelve a guardar.
Él se la acaba de regalar.
Ellos se fueron a casa al finalizar.
Yo una nueva voy a buscar.